Superficie 150m2 interiores y 80m2 de terraza
Este apartamento dúplex, diseñado sobre un edificio tradicional de los años 50, se despeja completamente para dar lugar a un espacio continuo y fluido, que conecta todas las estancias.
Es una casa sin tabiques. Un único mueble central, traslucido y de geometría quebrada, agrupa todas las instalaciones y el almacenaje en la vivienda. Como una columna vertebradora, atraviesa longitudinalmente el espacio y lo cualifica con sus distintos servicios: aire acondicionado, luz, instalaciones de cocina y baño, armarios, etc.
Esta construcción de hierro y metacrilato satinado, junto con la escalera de subida a la azotea, son las únicas incorporaciones nuevas, que entran en un tablero de juego existente para aportar nuevos significados: antiguas puertas con molduras y cristales texturados, ventanas con vidrieras de color, conviven con las vigas de hormigón que hemos destapado y los perfiles de acero crudo, construyendo una imagen más hibrida y compleja, resultado de muchas influencias que se suman en el tiempo
La fachada norte se deja totalmente limpia, como un gran hueco que al abrirse, convierte a la casa en un porche semiexterior. La ligereza de la escalera de acero funciona también como un tragaluz de sol cálido de tarde.